Waranka Waranka Kujtasiñani: Volveremos y seremos millones

A pesar de haberme desplazado cerca de 1.800 km desde el centro al norte, no dejaba de sonar como música ambiental en mi cabeza: “Piñera conchetumare, asesino igual que Pinochet” .

Por eso, creo que hay sonidos y sentimientos que se comparten entre las pieles que se reconocen como pueblo. Y eso lo terminé de confirmar bajando el cerro desde Alto Hospicio a Iquique caminando con hermanos y hermanas aymaras y quechuas de los pueblos cordilleranos y pre-cordilleranos del norte de Chile, todos juntos exigiendo dignidad con el sol de frente y su fuerza a nuestro favor. 

A eso de las 06:30 de la mañana del día jueves 21 de noviembre, un grupo de gente perteneciente a la localidad de Colchane  (3.650 mt. de altura) y los pueblos pequeños que le rodean comenzaron lo que sería la gran marcha de los pueblos originarios del norte de Chile, que partiría en Colchane y terminaría en Iquique. 

En auto son cerca de 02:30 hr. de viaje. A pie fueron casi 12 horas con paradas específicas y estratégicas para sumar a más personas a la caravana que resguardaba y levantaba orgullosa una whipala gigante que deslumbraba entre los tonos café del desierto y la pampa. 

Las razones: más de las que pensamos. Partiendo por la adhesión al paro nacional docente y a todas las causas que le duelen a Chile, desde el asesinato de Camilo Catrillanca, el robo de las AFP, los ojos mutilados por la policía y todos los sinónimos habidos y por haber que han sido descubiertos en torno al dolor desde el viernes 18 de octubre de 2019. 

Pero no todas estas consignas estaban explícitas en los carteles, esas ideas pasaban a ser parte de los sentimientos compartidos y de la ética de base para la lucha. 

El objetivo principal: exigir al Estado de Chile, a la clase política y a la sociedad chilena el reconocimiento de los 9 pueblos originarios dentro de la Nueva Constitución, mediante la garantización de la creación de un Estado Plurinacional. Además, fin a la privatización del agua, protección de las semillas como patrimonio ancestral, nacionalización de los recursos  y fin al extractivismo indiscriminado y saqueo de recursos naturales en la región de Tarapacá.

La invisibilización y persecución contra los pueblos originarios del norte de Chile, tiene un auge luego de la guerra del pacífico y la anexión del territorio tarapaqueño y ariqueño al país. Posterior a esto, ocurre una fuerte campaña de “chilenización” del pueblo aymara bajo la excusa de la “integración”, imponiendo el nacionalismo y sacando a mayor nivel de profundidad de la raíz la herencia de los saberes ancestrales. 

Hoy en día los efectos de la “chilenización” siguen latentes: invisibilización de la historia y profundidad de la cosmología dentro de los libros de historia colegiales, graficado también en un pequeño porcentaje de la población que habla lenguas de pueblos originarios y conoce sus tradiciones, las mismas que corren por su sangre cargada de historias ancestrales entre las alturas. 

Y así, las razones de lucha suman y siguen. 

VOCES, LUCHAS Y LUCES

“Mi nombre es Lilibeth Choque, soy de la comunidad de Central Citani y somos de esta idea de querer hacer esta ruta desde Colchane marchando hacia Iquique fue porque sentíamos que era necesario al ver el poco pronunciamiento de parte de las comunidades en alzar la voz desde la precordillera a la costa, por esa razón que los jóvenes decidimos con mucha fuerza entusiasmarlos a ellos desde el territorio, bajar y gritar a los cuatro vientos que queremos ser reconocidos en la nueva constitución plurinacional. Exigimos al estado plebiscito, asamblea constituyente y una nueva constitución plurinacional en donde seamos reconocidos como pueblo originario.
Ese es el objetivo y esta es la lucha”.

Rostros de lucha que podían pertenecer a Central Citani, Villablanca, Colchane, Cancosa, Mamiña, Parca, Macaya, Camiña, Tarapacá bajo, Tarapacá Alto.

“Siempre hemos luchado, siempre hemos estado luchando por el agua, por el territorio, para que este gobierno no se apropie de los terrenos. Hubo una consulta indígena que fue una “inconsulta” indígena, nos pone a nosotros a la defensiva porque nos damos cuenta de que están actuando de una mala manera. Mataron a Camilo Catrillanca, hicieron todo un montaje. Los  carabineros están sacandoles los ojos a las personas. Esto no va a parar hasta que estén los cambios que sintamos necesarios. El agua es un derecho fundamental de todas las personas, no solamente de los indígenas. No pueden separar las tierras del agua… ¿Cómo es posible que en Petorca es más importante regar los paltos a que las personas beban agua? cada uno de nosotros es importante, cada uno de nosotros puede generar estos cambios. Hoy día en especial siento alegría y esperanza de que esto cambie porque ahora está unido todo Chile, los diferentes pueblos originarios, los diferentes gremios, las diferentes organizaciones. Desde las juntas de vecinos, desde los estudiantes, desde los profesores, todos somos uno. Es momento de torcerle la mano al destino y a este país que con sus leyes lo único que ha hecho es denostarnos como personas”.

“Un orgullo por pertenecer a mi pueblo aymara. Orgullosa porque en esto estamos uniendo todo por una lucha por todo Chile. Nosotros como aymara vamos a estar presente siempre y orgullosa de pertenecer y nunca voy a negar mis raíces tampoco. De chica me enseñaron a mi, tengo mis antepasados, mis abuelitos, todos, somos aymara y eso lo vamos a llevar siempre en nuestro corazón y en nuestra sangre. Eso. Orgullosa y mi hija igual, ella quería venir también. Me siento bien porque estamos representando a la comunidad indígena y se siente emocionante ver cómo las personas se unen y luchan por un mismo objetivo. Siento que hay una conexión como hermanos y eso es lindo”

Decía Johanna, descendiente de aymaras del pueblo de Cariquima (a 3.675 mt. de altura) mientras caminaba junto a su hija, luego de haberse unido a la marcha desde la plaza Belén de la comuna de Alto Hospicio. 

Y seguiremos.